El último fin de semana de agosto se celebró en la región de Moravia-Silesia la tradicional carrera de ultrafondo de montañismo titulada «Las Siete de Beskydy» haciendo referencia a las siete cimas más altas de este macizo montañoso. En muchos aspectos fue distinta de la de los años anteriores ya que sus preparativos así como el propio transcurso fueron marcados por las limitaciones relacionadas con la situación epidemiológica debido a la pandemia del nuevo coronavirus.

Igual que en los años pasados la compañía SmVaK Ostrava se convirtió en socio del evento asegurando con cisternas de agua potable de calidad la apropiada hidratación para todos los competidores. El centro de abastecimiento de Třinec se encargó del punto de refresco de Řeka, al inicio de la carrera, mientras que los empleados de Frýdek-Místek tuvieron a su cargo el puesto de Malenovice, junto al Hotel Petr Bezruč, antes de que los fondistas empezaran a subir a la montaña más alta de la competición, Lysá hora. Por su parte, el centro de abastecimiento de Nový Jičín proporcionó el agua potable para aquellos que lograron llegar hasta el final de la carrera. Acercó la cisterna al collado de Pindula entre los municipios de Frenštát pod Radhoštěm y Rožnov antes de que los competidores comenzaran a escalar la última cima de Velký Javorník.

El recorrido de la edición once se unificó –y alargó– para todas las categorías en 101 kilómetros. Los participantes exitosos tuvieron que superar el desnivel de 5 387 metros, independiente de que si compitieron en la categoría de parejas o individuos. La salida se situó otra vez en la ciudad de Třinec, mientras que la meta en Frenštát pod Radhoštěm. Debido a las restricciones por el coronavirus la salida desde el estadio de atletismo de Třinec no se hizo de forma masiva, sino espaciada, abandonando el recinto trescientos competidores cada hora a los que se les midió previamente la temperatura y que tuvieron que proteger sus vías respiratorias con una mascarilla o con otro medio hasta el momento de arrancar. Para los espectadores se lanzó este año la plataforma de transmisión por internet B7 TV con estudios ubicados en Třinec y Frenštát que funcionó a lo largo de toda la prueba.
De los tres mil participantes aproximadamente una mitad llegó a la meta en el límite de tiempo determinado de 30 horas, es decir menos que en las ediciones anteriores. Aparte de la dificultad de la ruta se debió al tiempo frío y lluvioso. El ganador absoluto fue el competidor de Brno Zdeněk Hruška, quien logró recorrer el terreno difícil con una marca fenomenal de 12 horas, 8 minutos y 44 segundos, de más de media hora mejor que la de los demás que le siguieron. Entre las mujeres dominó Eliška Vondráčková con una marca de 13:57:47 que se adelantó por 51 minutos a la competidora que llegó segunda. En la categoría de parejas se llevaron la victoria, que permaneció así en la región de Moravia-Silesia, Kamil Bezděk y Marek Novotný de Nový Jičín.

Beskydy como reserva de agua
La travesía de Beskydy está vinculada –a pesar de que la mayoría de la gente así como de los competidores no se da cuenta– con el agua y su trayectoria desde las montañas hacia el valle. Precisamente aquí se encuentras los recursos superficiales así como subterráneos de agua que se dirige hacia los consumidores después de ser tratada en las plantas de SmVaK Ostrava.
Al ascender a la cima de Travný, los fondistas tienen por debajo el embalse de Morávka. Después de ser tratada en la ETAP de Vyšní Lhoty el agua del mismo se suministra a aprox. 20 municipios de los distritos de Frýdek-Místek, Třinec, Těšín y Karviná. Por su parte, en el valle entre Lysá hora y Smrk se sitúa el embalse de Šance que sirve como recurso de agua bruta para la ETAP de Nová Ves. Directamente al pie de la reina de Beskydy, Lysá hora, en el pueblo de Krásná se ubican otros importantes recursos de agua subterránea que abastecen esta población, pero también por ejemplo Pražmo, Raškovice o Morávka.
La primera en superar fue la cima de Javorový que se alza sobre Třinec. Precisamente en los alrededores de esta ciudad en la parte silesiana de Beskydy se encuentra una serie de recursos locales de aguas superficiales, así como subterráneas que abastecen los pueblos ubicados debajo de este macizo.
También la última cumbre de la carrera, Velký Javorník sobre Frenštát pod Radhoštěm, se sitúa en una zona donde la gente bebe el agua, aparte de los recursos centrales, del río montañoso de Bystrá, así como de los manantiales subterráneos locales.