Atrás

Inspectores del grifo de nuevo sobre el terreno

Ostrava, a 23/7/2020 – 150 establecimientos gastronómicos recibieron en los años pasados el certificado del Inspector del Grifo por su postura abierta a la hora de servir el agua del grifo de la red pública. Los inspectores volvieron a salir sobre el terreno incluso en estos tiempos complicados afectados por la situación del coronavirus. Este año, dos estudiantes universitarios han asumido el papel del Inspector del Grifo de SmVaK saliendo para viajar por la región y verificar si los restaurantes, cafeterías, hoteles y otros establecimientos con refrescos ofrecen al agua del grifo de la red de abastecimiento pública. Además de la pegatina Servimos el agua del grifo los restauradores dispuestos obtienen como premio un juego de jarras y vasos en los que pueden servir el agua potable de calidad.

Los inspectores se han dirigido este año primero a la zona de Opava donde los han acogido, en la mayoría de los casos, favorablemente. Según nuestra experiencia actual, el hecho de servir el agua del grifo –en su mayoría por un pago proporcionado que refleja la laboriosidad y las exigencias de dicho servicio igual que los complementos en forma de limón o menta en un jarro de agua– ha pasado a ser algo natural en nuestra región. De los treinta y cinco establecimientos visitados diecinueve han ofrecido este servicio. Otra cosa interesante que hemos comprobado es que una serie de restaurantes (ocho) no ha abierto sus puertas hasta el momento después del estado de alarma por motivo del coronavirus y debido a las restricciones persistentes.

La compañía SmVaK Ostrava lanzó el proyecto en verano de 2015. Cada año durante el verano sus inspectores salen sobre el terreno para comprobar cómo cambia la situación en el transcurso del tiempo. Por ejemplo, el año pasado visitaron 40 establecimientos, dejando en 30 de ellos el certificado por la disponibilidad de ofrecer el agua del grifo junto con un juego de jarras y vasos para servirla. En total, se han incorporado al proyecto ya 170 restaurantes, cafeterías, establecimientos que ofrecen refrescos u hoteles.

«El ofrecer el agua del grifo se ha convertido sucesivamente en una práctica habitual en la República Checa así como en la región donde SmVaK Ostrava realiza sus actividades. Nos vamos acercando a los países desarrollados. Hay cada vez menos reacciones negativas o rechazos con la justificación de que los dueños o los concesionarios no desean que los camareros sirvan a los clientes el agua del grifo. Comparando la actualidad y los años cuando empezamos con el proyecto esta tendencia es indisputable. Pero el verano está en marcha así que veremos qué espera a nuestros inspectores a continuación. Partiendo de nuestra experiencia hasta el momento, es posible hacer constar que el modelo más frecuente es servir una jarra con el agua potable del grifo de calidad a la que se añaden hojitas de menta o rodajas limón por 30 coronas, aproximadamente», dice el director general de SmVaK Ostrava Anatol Pšenička.

El principio del proyecto consiste en visitas en persona y entrevistas con los propietarios de los distintos establecimientos. La gestora de agua entiende que el agua del grifo no tiene que ser servida en los restaurantes y cafeterías gratuitamente porque con su preparación y servicio en la mesa del cliente está relacionada una serie de tareas y trabajos. Además, el agua como la materia prima más preciada tiene su valor. Por tanto no es una condición para conceder el premio que los clientes reciban el agua del grifo gratis.

A modo de comparación: en la región en la que opera SmVaK Ostrava los clientes pagan por un litro de agua del grifo un poco más de ocho céntimos de corona, mientras que una botella de 0,33 l de agua sin gas se vende en los restaurantes por unas treinta coronas.
«El argumento de que servir el agua del grifo significa privar a los establecimientos de sus ingresos carece, desde nuestro punto de vista, de lógica. Cuando vamos a tomar un café o un helado a una cafetería, no vamos a tomar agua del grifo en vez de ello, igual que no es válido que si vamos a tomar una cerveza o una copa de vino con los amigos, vamos a pedir, en lugar de eso, una jarra de agua con limón. El impacto sobre los ingresos es lógicamente mínimo, en este aspecto», describe Pšenička.